UN ANGEL LLAMADO MANE.



Quiero expresar en este escrito que nada debería llenar más el corazones que el conectarse con los padres cada dia, porque es la única recarga de amor; lo demás es como recargar la cuenta bancaria pero con un elevado déficit emocional. 

la verdadera herencia de los padres debería medirse, no en cuanto nos dejaron en lo material, si no en cuanto nos enseñaron a darle importancia a los sentimientos y valores para vivir sin excesos, disfrutando de lo simple, en el lindo viaje de la vida.

Hay historias que te marcan de por vida, aunque en el recorrido de mi vida hayan pasado cosas maravillosas como mi graduación y la anhelada llegada de mis hijos, solo una no logro borrar de mi memoria, aquel 2007 cuando tan solo tenía 12 años y mi padre enfermo, guardaba dia a dia la gran ilusión de que su estado de salud mejoraría. Pero pasaron los meses y en vez de mejorar todo empeoraba, mi padre era lo más grande y valioso que teñía;  siempre estuvo para mi y era la  persona más feliz de haberme adoptado, lo hacía muy feliz siempre que iba a mi escuela a recibir mis calificaciones, y era feliz haciéndome maldades y bromas pesadas, creo que en esta vida aún no exista alguien con sus cualidades.

 Muchas veces me he preguntado si mi vida fuera esta si el aun estuviera con vida. Cuando mi padre enfermo, yo era tan ingenua y creía a ciegas que aquel dia que lo iban a llevar a la ciudad de cartagena mi papi  dejaría de sufrir. Guardaba la ilusión de que volvería bien, que me traería esta vez también el aguacate que siempre me traía cuando iba a sus citas, y que me mandaría hacer mi anillo de 15 años como me lo prometió la última vez que fue a su cita por sus propios medios.

Una noche antes de que sacaran a mi padre, se reunieron casi que toda mi familia, vecinos y amigos porque quizás ellos sí sabían que si salía quizás no iba a volver, y yo allí siempre a su lado haciéndole sus masajes y pendientes de sus medicinas, escuchaba a esas personas decir "Inelda no saques a Manuel de aquí, Manuel no está bien"... pero mi hermano mayor decía, no pierda las esperanzas mami, todo va a salir bien.

yo con mi fe intacta y mi madre triste al verme mal me mandó a dormir a otro cuarto, para que yo no me diera cuenta al momento de ellos irse, pero gracias a Dios pude escuchar el carro y pude despedirme de mi padre, aun recuerdo como el primer dia sus ojos llenos de lágrimas, ese pantalón gris y camisa azul cielo con la que se fue quizás con  miedo de no regresar más.


Pasaron los días y todo marchaba bien, hasta aquella mañana del 14 de junio del 2007 cuando regresaba de mi descanso y en la ventana de mi salon vi a mis hermanas llorando, deje caer las copias que llevaba en mis manos y no se me vino otra cosa a mi mente que no fuera mi viejito como le decía. 

Empecé a llorar y si, efectivamente era él, lo regresaban porque la cirugía no fue posible realizársela, aun así yo estaba un poco ignorante de las cosas, llegaba mucha gente a casa, mis familiares llegaban como si mi padre estuviera muerto, no me decían nada, solo sacaba mis propias conclusiones, era la más chica y tal vez creían que yo no entendería nada. Pero las cosas empeoraron cuando vi bajar un cemento y llegar familiares con pala en mano para hacerle la bóveda a mi padre, les decía que estaban locos porque mi papi estaba bien, me mandaron para casa de una tia. tal vez para que me tranquilizara, y cada vez pasaban cosas más extrañas, mi tia me mando a que me quitara aquella licra roja y me pusiera un pantalón café con una blusa negra porque íbamos a esperar a mi padre. cuando llegue a casa nuevamente, vi una cantidad de sillas en todo alrededor de mi casa a amigos y vecinos dando el pésame a mis hermanos, quería morir, pero algo me decía que mi papi estaba bien. Nadie me decía nada, todos ignoraban mis preguntas.

Cuando se acercaba la madrugada escuche las sirenas de la ambulancia y todos decían ya viene Manuel, todos lloraban y aun pensaba, estan locos. Por un momento todo se volvió silencio y dije mi padre está vivo, porque no escuchaba a mi madre, pero cuando abrieron las puertas de la ambulancia, mi madre estaba como loca, gritaba y solo preguntaba dónde está Marcela... Aquel 14 de junio marcó mi vida para siempre, mi familia no volvió hacer la misma, todo se acabo y junto a mi padre murio mi risa, mis alegrías, murió mis ganas de seguir, de vivir y de salir adelante. El era mi mayor motivación, el siempre me decia que queria que fuera alguien en la vida. Pero desde entonces no le encontraba sentido a la vida, sentía que ese padre que Dios me había prestado porque yo no tenia, me lo quito muy rapido. 

Quisiera poder tener el la posibilidad de tenerlo de frente y abrazarlo y decirle cuanto lo amo y que aún vive para mi.  

Siempre he dado gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de regalarme el mejor padre del mundo. 

Si pudiera vivirlo de nuevo, nunca cambiaría los abrazos y el amor de mi padre antes de irme a estudiar y su mirada de felicidad al regresar a casa.



Se marchó al cielo para cuidar de mí y de los míos, hoy no está en la tierra pero en mi corazón por siempre estará, mi amado Angel llamado Mane....

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